El pasado jueves 6 de noviembre, el coto intensivo de Huarte en el río Arga se convirtió en el escenario de una jornada de pesca inolvidable, acompañados por Chuchín y Country.
La jornada comenzó con la técnica de tándem mosca-ninfa, un sistema que combina la atracción visual de la mosca seca con la efectividad de la ninfa sumergida.
Las primeras horas de la mañana fueron espectaculares: las truchas, activas y voraces, no pudieron resistirse al imán de nuestra ninfa.
Las primeras horas de la mañana fueron espectaculares: las truchas, activas y voraces, no pudieron resistirse al imán de nuestra ninfa.
A medida que el sol ascendía, las condiciones cambiaron, las truchas comenzaron a alimentarse en superficie, y fue entonces cuando optamos por la mosca seca con cola de rata, este cambio de estrategia resultó decisivo: cada lanzamiento se convirtió en una oportunidad, cada corriente en una promesa.
Las capturas se sucedieron, Country, con su técnica impecable, demostró por qué lleva décadas fascinado por este deporte: "No es solo pescar, es entender el lenguaje del agua."
Nuestros señuelos engañaron a una variedad impresionante de truchas. Las triploides repobladas, esas que cariñosamente llamamos "manolos", pero la sorpresa llegó con la aparición de las nuevas comunes de repoblación, ya capaces de reproducirse y establecerse en el ecosistema, el broche de oro lo pusieron las comunes autóctonas, las verdaderas dueñas del río.
El río Arga nos había dado un día perfecto: buena compañía, diferentes técnicas y variedad de capturas, pero sobre todo, nos había recordado por qué volvemos una y otra vez a sus aguas.
