Como cada año, el Guarderío de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra se despliega a lo largo de sus cauces para realizar muestreos de las poblaciones de trucha.
Este trabajo es fundamental, ya que la trucha es considerada un excelente bioindicador, su salud y abundancia reflejan directamente la calidad de nuestros ecosistemas fluviales.
El método principal que se utiliza es la pesca eléctrica.
A través de una corriente de bajo voltaje, los guardas aturden temporalmente a los peces, lo que les permite capturarlos sin dañarlos.
En ese momento, se recogen datos: se miden los ejemplares, se evalúa su estado de salud y se estima la densidad de la población.
Una vez completado el registro, los peces son devueltos al agua sanos y salvos.
Los datos que se obtienen de estos muestreos son publicados por el Gobierno de Navarra.